El Estado-Pdvsa y la cleptocracia que lo administra

( Suplemento Venezuela  N° 16 de «El programa comunista» N° 49 ;Mayo de 2012 )

 

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La administración de Pdvsa, que por necesidad de clientelismo político y burocracia, es una de las peores y más minadas de corrupción (1) que se recuerden. Esto, en sí, constituye un obstáculo al aumento de la producción petrolera. ¡Y un saqueo suplementario a la plusvalía extraída de cada proletario! El diario financiero más influyente de la City de Londres, el Financial Times (2), agrega que, «en razón de los recortes eléctricos (3), la producción de Pdvsa ha caído (hoy la producción no pasa de 2 millones trescientos mil BPD, ndr.)» (...) sumado a ventas a precios preferenciales a Cuba (y otros países del Caribe, ndr.) «lo peor de todo han sido los contratos firmados por Venezuela a cambio de (dos) préstamos chinos, con el cual Pdvsa se compromete a suministrar petróleo pesado al Imperio del Sol levante, al precio de 5$, sin importar las variaciones de su precio en el mercado». Y el mercado ya ha decidido que ese petróleo no pasará de Panamá y jamás llegará a los puertos de Shanghai...!

 

El Estado-Pdvsa está ligado financieramente entre otros al Fonden (Fondo para el desarrollo nacional), y a su vez a las altas esferas del Banco Central (banco director que asigna divisas, guarda el oro y las reservas) y a todas las otras áreas del poder económico representado por el Sr Chávez. Se sabe además que Pdvsa es un organismo que financia prácticamente todos los proyectos del Estado. Es la «gallina de los huevos de oro», la caja chica con la que el Estado bolivariano financia su proyecto político, convirtiéndola inevitablemente en el pozo sin fondo de todos los apetitos de la nueva burguesía bolivariana, los boligarcas.

El mismo artículo del diario arriba citado señala, sin alarmarse por la atmósfera de misterio que rodea los fondos de Fonden, el hecho evidente de que «Desde hace cierto tiempo, la gestión económica de la Administración Chávez ha sido poco ortodoxa, por no decir anárquica» (...) «Nadie sabe a ciencia cierta cuánto contiene la caja de este fondo para el desarrollo nacional (Fonden)» (...) «De las arcas del Banco Central se trasladaron a Fonden la cantidad de 16 millardos de dólares sin rendir cuentas, ni dejar huellas y sin decir que rumbo llevaba esa plata» (...) «Pero, no esperen que el gobierno de Chávez corra a convertirse sin reservas a la ortodoxia económica tan rápidamente».  Y este es sólo uno de los cientos de casos de «desvío de recursos» que sufre la empresa insignia de Venezuela.

Y las consecuencias de esta debilidad estructural de PDVSA están y estarán a la orden del día cada vez y siempre más:

Otro diario británico, «The Economist», señala que «el mismo día 4 de febrero en que se celebraba el aniversario del asalto armado a Miraflores de 1992, comandado por Chávez, un pipe-line (oleoducto) estallaba y contaminaba el rio San Juan, en el estado Monagas, centenas de miles de litros de aceite» «Este río es la fuente principal de agua para los agricultores del lugar. y golpea alrededor de 550 mil personas» «Tomará meses, afirma el diario, para recuperar todo el petróleo vertido en el agua» Por supuesto que los gastos de manutención y modernización de estos oleoductos no existen. Las causas se repiten y son las mismas: falta de inversión en el llamado capital fijo o constante.

También está la impreparación técnica de su personal. Luego del golpe fallido de 2002, los dirigentes de PDVSA fueron expulsados junto con 18 mil empleados y obreros que se jugaron la carta política de continuar con el golpe de Estado de abril de ese mismo año, lo que se llamó el «golpe petrolero». Los trabajadores entrantes no cumplían evidentemente con los conocimientos requeridos, que sí poseían los obreros calificados y las cabezas pensantes, managers, directores, ingenieros, técnicos, de la antigua PDVSA. La demostración de la baja cualificación de la empresa estatal nos la da el citado diario que afirma que «el mismo presidente de la empresa, Eddie Ramírez, acuerda que la vieja PDVSA contabilizaba menos de 2 accidentes x millón de horas-hombres, mientras que en 2010 hubo 9.4 x millón horas-hombres. (...) «En diciembre pasado (2011), murieron carbonizadas quince personas, al estallar un camión de PDVSA, cargado de combustible en plena calle principal» «’eso sucede por corrosión y falta de mantenimiento de las instalaciones’, dice José Bodas (dirigente sindical petrolero, ndr.)»

 


 

(1) El diario Financial Times, en uno de sus tantos artículos consagrados a Venezuela («More scandal for Venezuela’s oil major», 08/02/2012), comenta el caso de un alto ex-funcionario de Pdvsa, al que «se le sospecha de haber autorizado, bajo su dirección, la venta de dólares del gobierno a las empresas de Illarramendi, quien luego los fue a vender en el mercado negro, adonde se llega a cotizar a un precio tres veces superior». Se calculan en cientos de millones de dólares las sumas de estas transacciones fraudulentas. Lo cierto es que el empresario Francisco Illarramendi (que también fue asesor de PDVSA, y administraba el Fondo de Pensiones de sus empleados, ndr.) ha sido acusado por la US Securities and Exchange Commission de varios delitos, entre ellos fraude electrónico en serie, engaño, obstrucción; teniendo por uno de sus casos el «extravío» del fondo de pensión de los trabajadores de PDVSA. En resumen, Illarramendi pudiera ser condenado a 70 años de cárcel por éste y los otros delitos. Y este caso es sólo uno entre cientos... Ya el año pasado, el mismo diario («Venezuela, no quite workers’ paradise», 23/03/2011, Benedict Mander), luego de enumerar varios casos de enorme corrupción que involucraban a la empresa petrolera estatal, reportaba lo alarmado que se encontraban sus trabajadores, por este «extravío» de más del 90% (475MD) de su fondo de pensión. Sin embargo, delante de la Asamblea Nacional, Rafael Ramírez, PDG de PDVSA, relataba que, al contrario de lo que se afirma, los ‘fondos de pensión están bajo el control directo de los 90 mil trabajadores suscritos’»... Al final PDVSA aceptaría correr con las pérdidas y llenar el hueco dejado por las inversiones fraudalentas de Illarramendi. El periodista concluye que «Eso ya es algo. Después de todo, corrupción e impunidad no son nada nuevo en un país que, desde hace décadas, soporta estas plagas».

(2) Cf. Financial Times, edición electrónica del 15 de abril de 2011 12:50 a.m., «Venezuela: vanishing foreign reserves» de B. Mander.

(3) C.f.. Financial Times, versión impresa (18 / 02 / 2012) «Spilling over. An oil spill bodes ill for the president’s re-election campaign».

 

 

Partido comunista internacional

www.pcint.org

 

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