“Gamelotes mentales”
¡Estamos a la hora del pragmatismo populista, lejos de toda veleidad marxista!
( Suplemento Venezuela N° 20 de «El programa comunista» N° 51 ; Diciembre de 2015 )
Poco tiempo después de asumir el cargo de presidente de Venezuela, el Sr Maduro, durante la transmisión nacional de un evento del PSUV, gritaba que era hora de “dejarse de gamelotes mentales” (léase: infantilismo de izquierda, masturbación intelectual, etc.), dirigiéndose a aquellos que en las propias filas del chavismo se preguntan cada vez más hacia dónde va el chavismo, pero con el fin de devolverlos a la razón pragmática de “desarrollar las fuerzas productivas” y tener que contar con la llamada “burguesía nacional”, es decir, no habrá socialismo sin trabajar y sin sacrificarse por la industria nacional. Para Maduro y muchos de los dirigentes del Estado, la base de la revolución bolivariana es el “desarrollo de las fuerzas productivas” para salir del modelo mono-productor (“economía sustentable en el tiempo”) adaptando el “socialismo” a las realidades del país, mientras que se sustituyen las importaciones – la utópica y legendaria “siembra del petróleo”, para “trabajar unidos con el empresariado” (la burguesía “buena”). Esta rémora estalinista ha sido siempre la coartada ideal para siempre establecer una supuesta “transición hacia el socialismo”, (socialismo que llegará en calendas griegas), en países periféricos o con una débil estructura capitalista como Venezuela, pero con una importancia mayor o menor para los grandes imperialismos y el mercado internacional, debido a sus grandes reservas de gas, petróleo y minerales, agua dulce, etc., su situación geo-estratégica, su importancia regional.
Pero desde las mismas franjas del chavismo (las más radicales, por lo menos en palabras) dicen que ahora se trata de capitalismo siglo Veintiuno: “…el nuevo rumbo del proceso, atrás quedó el Plan de la Patria de Chávez, ahora se plantea con descaro un capitalismo siglo XXI que tiene como esencia el absurdo de formar capitalistas para que eleven las fuerzas productivas, es decir, poner en manos de la burguesía y la neoburguesía la renta, con la excusa de superar la economía rentista, pero no hacia el Socialismo sino hacia el capitalismo. ... ¿De dónde sacaron este nuevo rumbo? ...¿Por qué este pacto con la burguesía en contra del legado de Chávez? La noche del 10 de abril asistimos a la guarimba mayor, no pretenden parar el tráfico de carros sino el tránsito al Socialismo, no desnudaron sus cuerpos sino su alma capitalista. ...¡Entregar el Socialismo es entregar a Chávez!”. (cf. http://aporrea.org/ideologia/a186182.html). ¡No pasaron muchos días cuando las nuevas medidas anti-obreras fueron anunciadas, devaluación de la moneda nacional disfrazado de nuevo control de cambios, con su corolario de inflación y baja de salarios!
Pero la experiencia histórica del proletariado ha demostrado cientos de veces que estos militantes que piensan erróneamente – y por ello continúan reivindicando al chavismo – que algo se puede salvar del movimiento fundado y generado por Chávez; que solo se trata de errores (¡errores que siempre cometeréis!) de su ala socialdemócrata, son, en general, elementos que en momentos de gran tensión social y de crisis política, se disuelven o son aspirados por el vortex de la conciliación de clases, del pacto interclasista, etc. Objetivamente actúan como el furgón de cola de un solo y mismo tren capitalista que en su trayecto va recogiendo a todas las ovejas descarriadas y rebeldes.
Partido comunista internacional
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