«Tupamaro» y guerrillerismo reformista

( Suplemento Venezuela  N° 21 de «El programa comunista» N° 51 ; Julio de 2016 )

 

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Sin terminar de profundizarlo, es necesario examinar el tema de la lucha armada en Venezuela. Sin ser exhaustivos, esta vez al menos vamos a poner bajo la lupa su último capítulo que vienen de inicar los llamados grupos como el MRT (movimiento revolucionario Tupamaro) o «colectivos» como «La Piedrita», del mismo origen y zona de acción que el primero: la urbanización «23 de Enero» de Caracas (1).  Esto es necesario, sobre todo en estos momentos de candente situación en que, en Venezuela, la violencia ha vuelto a crecer en todos los aspectos, y para la que el proletariado deberá prepararse a enfrentar; el primero de todos, cual es de defender y frenar el deterioro de sus condiciones actuales y organizarse tanto en lo económico (sus organizaciones de tipo sindical y de barrios), como en lo político (su partido de clase proletaria). También porque en el terreno histórico son conocidas las polémicas contra anarquistas y blanquistas criticados por Marx, como los populistas y eseristas rusos por Lenin, y como nuestro partido en el pasado fustigaba los fenómenos de lucha armada en Italia y Alemania de los años 70 del siglo pasado, llamando a estas organizaciones «reformistas con pistolas». Y donde todo su radicalismo comenzaba y terminaba en la punta de un fusil. Por último este examen es necesario también para mostrar a qué han conducido todas estas experiencias cuyo origen se encuentra en la impaciencia infantil y la miopía política de la pequeña burguesía. De sus ancestros venezolanos, salvo honrosas excepciones, aparecen muchos ex-jefes guerrilleros que han terminado abrazados al chavismo y a sus tesis ultra-liberales que en el pasado decían combatir.

De los seguidores, amigos, militantes y cuadros medios de estos grupos guerrilleros y sus jefes, «Tupamaros» es uno de ellos y el más conocido, representando hoy lo que se puede decir el ala izquierda o «dura» del chavismo, que «no se retratan con boligurgueses», pero están vinculados con los intereses de Cabello y otros empresarios, y son miembros del Polo Patriótico. Con una concepción maoista matizada de Gramsci, del autonomismo espontaneista y de la autogestión obrera, todas estas fuentes no sabemos hasta donde las siguen, lo cierto es que lo llevan o llevarán a la desaparición, o a las divisiones, y en la medida en que sus financieros puedan seguir pagando sus servicios. Lo más cercano a la experiencia del MRT está la historia del MIR chileno. Pero hay una distancia bastante respetable entre el pase directo del MRT a las tropas del Estado, y la derrota de la organización chilena, cuyo secretario general, Miguel Henriquez, muere sin rendirse, las armas en la mano. No obstante su gesto heroico, la acción combatiente y generosa del MIR de ayer – y hoy la acción ultra-oportunista de «Tupamaro» – refuerza la ecuación que resulta del reformismo armado con el pacifismo interclasista, y muestra cómo esta termina aspirada por el vortex de la colaboración de clase. Esto impidió zafarse al MIR chileno de las fuerzas políticas encarnadas en el reformismo de la Unidad Popular y su gobierno, de allí su derrota política y la pérdida de vidas sufridas, como cabía esperar (2) . 

 

Breve historia

 

Los Tupamaros, nacen de un ala radical y semilegal creada por cada grupo guerrillero formalmente existente para la época; activados en la ciudad, específicamente en el medio estudiantil y clase media, en su caso es una división surgida en los Clerc, ala legal estudiantil de... Bandera Roja, lo que dio lugar a la aparición de un nebuloso PRT (movimiento o partido revolucionario de los trabajadores). Los motivos de ruptura con Bandera Roja-Clerc se debieron, entre algunas memorables, a la del «tareismo» (activismo) que había contaminado la organización, dejando de lado la formación de los cuadros revolucionarios. Pero sabido es la escasa formación y carencias teóricas que sufre el actual MRT... la buena critica al «tareismo» cayó en bolsillo roto.

Después de la caída del muro de Berlín y el fin de la Unión Soviética, muchos de sus militantes subsistían mediante el expedientismo, único medio para seguir activados políticamente. Privados de teoría revolucionaria, no es extraño que después hagan un acercamiento ultra-oportunista con el viejo partido Copey del antiguo presidente Caldera (3), cuyo gobierno acosó en forma permanente y durante muchos años en la zona que antes hemos nombrado (4) y persiguió y asesinó a muchos de sus jovenes habitantes. En sus documentos se declaran «marxistas-leninistas», pero conocemos de antemano de qué tratan todos estos grupos denominados «marxistas-leninistas», y que nada tienen que ver ni con el marxismo ni con el leninismo. En fin, el desarrollo de este grupo es el desarrollo prácticamente de sus jefes, dentro del caos ideológico y el callejón sin salida que generan los traspiés del maoísmo. Al final, terminaron por tomar el movimiento de los «encapuchados» del famoso barrio «23 de Enero» para fundar una «franquicia» (¡sic!) bajo las siglas MRT (movimiento revolucionario Tupamaro), que se registra como partido en 2004, para luego su secretario general anunciar en 2008 que su fusionaba con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

 

MRT defiende la economía nacional

 

Por ejemplo, en una reunión con los medias (15 de noviembre de 2014), anunciaban su respaldo a las medidas de aumentos al precio de la gasolina. Este aumento al precio de la gasolina está lejos de ser una medida socialista, como tampoco lo era su gigantesca subvención; se debe más bien a los problemas económicos crecientes que vive el país, acarreando la falta de divisas que el banco central ya no tiene. Por otro lado, están los transportistas que en lugar de crear un movimiento unitario con sus usuarios, prefieren que sus gastos sean pagados por ellos! Y al reducir el salario con nuevos aumentos, aumenta automáticamente la miseria; miseria que al parecer no le importa al Tupamaro, quien más bien se hace parte de la represión de los que la sufren, y lo hacen como auxiliares en una tarea común: vencer la resistencia a esta miseria, la simple resistencia a no morir de simple inanición! ¿En la visión de Tupamaro, el proletariado deviene fuerza contrarrevolucionaria que hay que reprimir?

 El MRT no lo dice, pero respaldando el aumento del precio de la gasolina no hacen sino un llamado a la defensa de la economía nacional, es decir la economía burguesa y explotadora! A privilegiar el malestar de la economía de la nación por encima de la tragedia que hoy viven los proletarios en Venezuela a causa de esa crisis. ¿Y es este el «socialismo» que nos quieren «vender»?

En la misma lógica adhieren al antiimperialismo burgués, tomando como la contradicción principal las divergencias entre burgueses de países pequeños como Venezuela, Palestina, Cuba, Siria, etc. y los grandes paises imperialistas, tal como lo concibe el estalinismo y su principal derivado: el maoísmo; subordinan o relegan la lucha de clase local a los resultados de esta «contradicción principal»; es decir, a la defensa de la patria por encima de la defensa de las condiciones de vida y de trabajo de las clases proletarias. Bien decía Lenin que aquél que pone como lo determinante para la revolución, la lucha contra los grandes paises colonialistas [hoy imperialistas] que oprimen a la nación, sin tomar en cuenta la lucha social, «hay que encerrarlos en una jaula con un canguro».

En el MRT entienden que la solución interna a la lucha de clase es la constitución de los consejos obreros tal como los concibe Gramsci (5), que también consultan, y que es muy publicitado por el gobierno chavista. La experiencia histórica es que estos soviets deben ser comunistas y revolucionarios, además que fue un rotundo fracaso «la toma de fabricas» en Turín, durante las revueltas obreras desencadenadas a lo largo del año 1920 y la férrea defensa de los grupos obreros contra la ofensiva fascista del Duce durante el Bienio Rojo.

Tampoco asoman la posibilidad de abandonar al chavismo y hacer tienda aparte como grupo independiente y se acerquen a las posiciones verdaderamente comunistas revolucionarias; al contrario, el gobierno los utiliza como a otros colectivos para reprimir a los proletarios desesperados por falta de comida! Los «tupamaros» constituyen hoy las milicias de un régimen fascista que abusó cientos de veces del mecanismo democrático!

 

Choques en la organización

 

Esta noticia que vamos a publicar ha sido desmentida por el propio Pinto en su pagina FB, pero, efectivamente, en 2014, estalló una división en la Universidad de Oriente y otras universidades y sectores cercanos, donde 300 militantes deciden romper con el MRT «pero no de la lucha revolucionaria», haciendo entender que este movimiento del que deciden apartarse no apoyaba las luchas que se desarrollaban en la región. Hay que recordar que el MRT ya se ha ejercido en reprimir no solo los estudiantes, sino también al poderoso movimiento de Educación y de otros movimientos reivindicativos durante el gobierno representado por Chávez. Sea cual sea, su destino político último es el de formar parte del reformismo burgués clásico. Evidentemente que su desaparición vendrá, no sin antes disgregarse o dividirse, entrar en contradicciones profundas.

 

En otras partes también

 

«José Pinto vendió tarjeta de Tupamaro a cambio de asegurar curul para la AN». En rueda de prensa, el ahora ex secretario general del Movimiento Tupamaro en Portuguesa, Honorio Pérez, informó que su expulsión de la organización es parte de «un acuerdo» entre el secretario nacional de esa organización, José Pinto y el gobernador Wilmar Castro Soteldo, quien el pasado fin de semana «compró» la tarjeta de ese partido (6).

 

*      *      *

Estas historias deben servir a los proletarios cuando tengan que luchar abiertamente y crear sus organizaciones de luchas económicas inmediatas, así como también su partido de clase proletaria, alejados de métodos como el terrorismo burgués que a lo máximo liquidan a varios capitalistas rivales pero no liquidan al capitalismo. Para llegar al real enfrentamiento con las fuerzas del Estado, la lucha armada concebida de esa manera es totalmente ineficaz, inadecuada y que la experiencia del fracaso nos obliga a desechar. Lo hará con una parte del efército burgués, y lo harán sin esperar salvadores con programas de socialismo burgués, o de «indignados» que después de tanto denunciar, no hace en los hechos sino acentuar la tiranía del Capital sobre el trabajo; será pues con la fuerza genera su unidad creciente, en millares de personas en la misma situación. Esa unidad está concentrada en el llamado más grande pronunciado por Marx: «Proletarios del mundo, uníos!». Tomando en cuenta que esta unidad siempre ha sido posible a través de una larga y encarnizada lucha política contra el reformismo colaboracionista en todas sus variantes, contra todas aquellas fuerzas que van en contra de sus intereses de clase, potencialmente contrarrevolucionarias, tal como han terminado los «Tupamaros».

 


 

(1) Cierto es que los «tupas» o «encapuchados» habían nacido al calor de las luchas inmediatas que se desarrollaron desde mediados de los años 70, en vista de la fuerte represión que en la zona del «23 de Enero asoló hasta el año 99 a ese conglomerado de más de 400 mil personas, más o menos respaldadas por Bandera Roja, las FALN, OR, etc. Cabe agregar que fue precisamente esta represión la que hizo surgir el fenómeno de los encapuchados, y el término «tupa» para identificar a los más radicales, e incluso anti-reformistas que participaban en tomas puntuales de la zona, y en enfrentamientos que anticiparon en años a las Intifadas de Palestina. Mas su alternativa para no ser aspirados, como siempre se ha visto, por el reformismo de los grupos de izquierda parlamentaria, nacionalistas, reformistas, etc., el único remedio para sobrevivir defendiendo un programa auténticamente de clase, era y sigue siendo el de acercarse a los centros industriales y de pequeñas empresas, donde muchos obreros trabajan, y que rodean esta zona. Tenemos que, por los resultados y a lo que han llegado, las causas y las consecuencias, la simbiosis entre colaboracionismo parlamentario y lucharmatismo reformista, están perfectamente demostradas.

(2) C.f.. Las lecciones del fracaso sangriento de la experiencia chilena en 1973, suplemento al N. 44 de el programa comunista, Octubre de 2003. 

(3) Caldera permitió a sus jefes sostenerse financieramente, dándoles la oportunidad para fundar empresas y encargarse de contratos de trabajos públicos. Más adelante, forman parte del llamado «chiripero» una gran coalición variopinta de pequeños grupos de izquierda y nacionalistas, que el mismo expresidente había logrado galvanizar y auspiciar, teniendo como credenciales aquella defensa vehemente en el viejo Congreso Nacional al golpista Chávez, defensa que se tradujo por un amplio plesbicito de una gran parte de las tradicionales clases burguesas venezolanas, que encuentra en el expresidente engominado, a su vocero intelectual que explicará la necesidad de lanzar y apoyar a un Chávez estrechamente controlado por ellos y  sus intereses. Con ese respaldo, Caldera gana las elecciones de 1993, y es a partir de alli que a Chávez se le abre el camino hacia la presidencia. (Cf, https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_ presidenciales_ de_ Venezuela_de_1993). El aumento vertical de los precios petroleros ayudó a Chávez en su ascenso y consolidación, y lanzando migajas que en ese especial momento eran suculentas, permitió frenar el curso candente de los conflictos de clase en Venezuela, aumentando durante un buen lustro su tenor de vida.

(4) Esta vasta zona, que se encuentra a un tiro de saliva del palacio presidencial, «Miraflores», ocupa buena parte del eje proletario y de clase media de la zona centro-occidental de la capital venezolana, socialmente mixta, habitada por trabajadores de empresas bancarias o comerciales, gubernamentales y privadas, artesanos, comerciantes, conductores de camionetas, con una población estudiantil bastante importante, conformados entre casas y bloques con muchos barrios a su alrededor, hasta la llegada de Chávez, fue el escenario del crecimiento del fenómeno de los encapuchados, que hoy lamentablemente han sido asimilados a milicias para-militares al servicio del Estado burgués, y a convertirse en los verdugos de su propio pasado anti-capitalista, proletario, combativo.

(5) Gramsci sostuvo frente a Bordiga que el fascismo tenía su origen en las capas más atrasadas del campo junto a la reacción pequeño burguesa de las ciudades, frente a las tesis de Bordiga que lo calificaba como el intento supremo de centralización, unidad y disciplina de las clases dominantes burguesas de la sociedad italiana, los capitalistas más importantes organizados en un solo partido para atacar a su enemigo histórico, el peligroso proletariado revolucionario, y a derrotarlo, tesis que estaban conformes con el marxismo y el leninismo revolucionarios. Gramsci también es en gran medida el padre del Bloque Histórico en Italia entre el Pc italiano y el Partido demócrata-cristiano; el que junto con Togliatti desnaturalizó al glorioso Partido Comunista de Italia, logrando su secretaría mediante elecciones fraudulentas (el voto de Bordiga aparece favoreciendo a Gramsci!) Etc. Valiéndose de su predominancia burocrática, Gramsci provoca la expulsión del ala numéricamente predominante liderada por Bordiga; apoderándose del Pc de Italia alcanza el objetivo de Stalin: despojarlo de sus rasgos característicos y entregarlo a la socialdemocracia y al reformismo preconizado por este en la Internacional traidora. Sus confusiones teóricas y sus constantes divergencias con el determinismo marxista lo llevan a acercarse a las posiciones de Mussolini, habiendo coincidido ya con el Duce durante la Gran Guerra de 14-18. En su concepción de los concejos obreros, choca con la de Bordiga y sus soviets planteados como redes generales y no locales, con tomas de fábricas y empresas, donde los obreros se «auto-encierran», tal como ocurrió en el Bienio Rojo y como lo planteaba Gramsci! Sus errores lo llevan a la visión de que la Revolución de Octubre fue una «revolución contra Das Kapital», cuando para Lenin y Bordiga ella era su confirmación!

Pero estos errores teóricos y políticos y por ser el progenitor del nacional-comunismo en Italia, no fueron obstáculo para que Mussolini lo encarcele en 1926, y luego, en 1935, le conceda la libertad condicional que no se materializa sino en 1937. Casi en articolo mortis, gravemente enfermo, logra obtener asistencia médica; 7 días después, muere en una clínica en Roma, culminando también su calvario que había comenzado al día siguiente de su detención.

(6) C.f. http://www.el-nacional.com/politica/Jose-Pinto-Tupamaro-asegurar-AN_0_515348614.html. Esta división es bastante edificante, porque enseña mucho acerca de los desvaríos políticos, la desorientación que ocurre en aquellos que niegan la lucha de clase, y las denuncias son graves: «Es un bochornoso acto que forma parte de la serie de abusos y atropellos que se han cometido también contra dirigentes de otros estados del país», dijo Pérez, quien detalló que Pinto «negoció el partido a nivel nacional por su curul a la Asamblea Nacional», a cambio de respaldar en las regiones todo lo que haga y plantee el PSUV. (…) Acompañado del alcalde del municipio Unda, Oswaldo Zerpa, del ex legislador Orangel Sequera, el ex alcalde de Araure Rafael «Chato» Vásquez, concejales, y una gran cantidad de personas, Pérez    expresó su repudio a la forma «cínica y tramposa» en que actuó Pinto en su visita a Guanare, donde luego de reunirse con el Gobernador en su Residencia, ofreció declaraciones desde la sede de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Gobernación y se hospedó en un hotel propiedad del gobierno. (…) Pérez, expresó que fue víctima de una campaña de mentiras y calumnias propias de la derecha fascista y encabezada por el secretario nacional de Los Tupamaro junto a un reducido grupo de secuaces en Portuguesa. Dijo que su situación no fue tratada en un secretariado nacional y su expulsión no es otra cosa que una actuación anti democrática que vulnera los estatutos y que viene de «un caudillo autócrata». (…) Aclaró que ni su persona, ni el alcalde Zerpa violentaron los estatutos de la organización y sus declaraciones siempre se refirieron de manera crítica a las actuaciones del PSUV y de funcionarios que no están trabajando por el bien de la revolución. (C.f: Ibidem)

 

 

Partido comunista internacional

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