Sumarios y artículos

Desde el número 1 (1972) y seguimiento

Órgano del partido comunista internacional - precio del ejemplar: 3 €; América latina: US $ 1,5; USA y Cdn: US $ 3;  £ 2; 8 FS; 25 Krs - Precio de sostén: 6 €; América latina: US $ 3; USA y Cdn: US $ 6;  £ 6; 16 FS; 50 Krs; Suscripción: el precio de 4 ejemplares.

 


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Presentación de la revista

 

El primer número de la revista «el programa comunista» sale en julio de 1972. En realidad, hacía años atrás que el partido desarrollaba un trabajo dirigido hacia elementos de lengua española suministrando sus textos-base a sus contactos. En la segunda posguerra, facilitados por la posibilidad de trasladarse de los países de los que venían huyendo de las persecuciones de Mussolini y Franco, y a través de compañeros italianos emigrados en Francia, Bélgica, Suiza, algunos compañeros españoles, emigrados también a estos paises, entrarán en contacto con los militantes de la Fracción de izquierda del Partido Comunista de Italia en el extranjero y, luego, con el Partito comunista internazionalista-battaglia comunista. Los contactos eran todavía muy débiles, pero la actividad de los compañeros en Suiza y Francia facilitó el conocimiento de las posiciones del partido y el contacto con la organización que se había constituido en Italia a partir de 1945. La actividad, a lo largo del primer veintenio después de la guerra, fue representada por los periódicos y revistas publicados en lengua italiana y después francesa, al inicio con «bataglia comunista» y «prometeo», después con «il programma comunista» (desde 1952) y «programme communiste» (desde 1957); el trabajo expreso de las secciones constituidas en Francia requería un periódico en lengua francesa para organizarse, y desde 1963 en efecto se comienzan las publicaciones «le prolétaire». En la actividad de partido, que ha sido siempre de carácter internacional y orientada a recolectar cada espiral incluso mínima de posibilidad para penetrar a través de su prensa en los diversos países donde las posiciones del comunismo revolucionario comenzaban a representarse – si bien a través de muy pocos elementos – estaba previsto que se iniciase una actividad de propaganda, y por tanto de prensa, específica a los proletarios de lengua española (como, del resto, se entendía hacer hacia los proletarios de lengua alemana e inglesa, si bien la penetración de las posiciones de la Izquierda Comunista y del comunismo revolucionario fuese, y lo es hasta ahora, ardua) con instrumentos adecuados. A los compañeros españoles emigrados a caballo entre los años Sesenta y Setenta del siglo pasado en Francia y Suiza, se agregarán compañeros que venían de países de América Latina (en particular de la Argentina de Videla, del Chile de Pinochet, y de Brasil) a causa sobre todo de la feroz represión que caracterizó aquellos países en esos años. La necesidad de profundizar, conocer y asimilar las posiciones del partido y de defenderlas no podía ser satisfecho sino organizándose en torno a un periódico-revista, en un primer tiempo, y luego en torno a otro periódico. Esto se hace, pero basándose sobre un trabajo ya llevado a cabo, en los primeros años Setenta a través de publicaciones de textos en lengua española, y en portugués, tal como los «Fundamentos del comunismo revolucionario». «Qué fue el Frente popular – España 1936», «Qué es partido comunista internacional», y las «Tesis características do Partido».

En 1972, en efecto, se inicia la publicación de «el programa comunista» con el cual el partido esperaba difundir sus posiciones no solo entre los proletarios emigrados en Francia, Suiza, Alemania, sino también en España y en los países de América Latina. En «El programa comunista», al comienzo se traducen textos en francés e italiano, pero poco a poco toma la forma de una verdadera  revista en la cual publicar también artículos y textos expresamente redactados sobre cuestiones y acontecimientos importantes de aquellos paises en particular. Se publica hasta mediados de 1974 como suplemento al periódico italiano «il programma comunista», que luego se convierte en órgano del partido aparte. Al inicio la redacción residiría en Milano cercano al centro del partido; luego, en enero de 1976, estando toda la actividad abocada a los países de lengua española y portuguesa, sería sometida a la responsabilidad de la redacción central de París, todas las publicaciones en lengua española estarán en esta sede, obviamente bajo la supervisión del centro del partido. A partir de 1974, la publicación saldrá con cierta regularidad (tres al año como promedio); en el mismo periodo, mayo de 1974, sale también el primer número del periódico de partido en lengua española, «el comunista», en respuesta a las exigencias de dar a la actividad de los compañero emigrados en Francia y en Suiza un instrumento político más directamente orientado hacia los compañeros mismos en tanto «organizador colectivo» y, al mismo tiempo, no solo a la propaganda hacia los proletarios hacia los proletarios de lengua española, sino también para penetrar de manera más incisiva hacia el proletariado  en España, Argentina, Venezuela, Bolivia, Perú, por medio de contactos que a través de los años se habían construido.

La crisis de 1972-73 que provocó la escisión de un grupo de militantes que se organizarán posteriormente en torno a la cabecera «il partito comunista» (1), no provocó el abandono de la actividad por parte de compañeros de origen español y sudamericano; pero las tendencias activistas y veleitarias, y de sabor autonomista-democrático que caracterizarán a los grupos de militantes que dejaron al partido en aquellos años, continuarán «laborando» dentro de la organización,  sirviendo de base para la separación, en 1981, del grupo de compañeros españoles del partido a partir de 1979, centrada en particular sobre las cuestiones inherentes a la intervención práctica del partido en las luchas obreras, en los sindicatos y los organismos obreros que se formaban fuera de los sindicatos y de los partidos oportunistas tradicionales, sobre la cuestión político-táctica relativas a la cuestión «nacional», en los países de la periferia del imperialismo – de la cual la cuestión palestina asume el rol de detonador de la crisis organizativa general – y sobre la cuestión organizativa interna, por lo cual en más secciones se tendía a avanzar reivindicaciones de autonomía y de democratización interna, terminan con el estallido de octubre de 1982 (2) y en las posteriores fragmentaciones de las que se habían producido en tiempos de el «partito comunista internazionale-programma comunista». Inevitablemente, a causa de la crisis, la mayor parte de las publicaciones de partido en las diversas lenguas fueron suspendidas, y lo mismo ocurre con la revista «el programa comunista». Los grupos de compañeros que combatieron contra la liquidación total del partido mantendrán viva la actividad política con carácter de partido a través de los periódicos, «le prolétaire» ante todo, y «el comunista», a los cuales se agregaron luego la revista publicada por los compañeros griegos del «kommunistiko programa». El periódico que por treinta años había representado la continuidad política del partido, primero en Italia y luego internacionalmente, «il programma comunista», termina por el contrario como un objeto de «propiedad intelectual» de la propiedad legal de la cabecera y del grupo de ex compañeros, los cuales en realidad se distinguirán también por haberse encerrado en los confines nacionales, en este caso italianos – y por refutar cualquier esfuerzo para sacar un balance de la crisis del partido, la última en particular, dando por descontado que bastaría con continuar publicando la vieja cabecera italiana del partido para reconocerse y ser reconocidos como los «herederos» del partido original.

La lucha que se desarrolla dentro del partido, entre los compañeros que se opondrán a la liquidación del partido y aquellos que por el contrario deseaban disolverlo en los movimientos sociales contingentes, continuó, forzosamente sin conexión con las secciones y los compañeros presentes todavía en los diversos países, pero en la perspectiva de reconstituir la organización de partido a nivel internacional, sobre sus bases históricas y sobre el indispensable balance de sus crisis, cosa que nos distingue de todos los otros grupos. En 1985, «le prolétaire» e «il comunista» reunidos, trabajaron conjuntamente como secciones de un mismo y único partido, sin abandonar jamás la denominación «partido comunista internacional», a pesar de que esta es utilizada también por los diversos grupos escisionistas. Es gracias a esta actividad orgánicamente vinculada a la historia del partido de ayer que ha sido posible reanudar también la publicación de la revista del partido, con la finalidad de dar continuidad a la difusión del marxismo y de las tesis y posiciones que siempre han caracterizado a la corriente de Izquierda Comunista a la cual pertenecemos, lo que siempre ha sido el objetivo principal de las revistas; en efecto, en mayo de 1987 reactivamos la publicación con el n° 89 de la revista teórica en lengua francesa «programme communiste», y en noviembre de 1990 reanudamos la publicación con el n° 41 de la revista teórica en lengua española «el programa comunista. La continuidad del trabajo de partido resalta también por la numeración de las revistas que ha proseguido sin solución de continuidad.

 


 

(1) Véase a tal propósito, en particular, el Informe político-organizativo que el partido tuvo en la reunión general de 2-3 de noviembre de 1974,  y que vuelve a ser publicado en «il comunista» n° 27, mayo de 1991, en el ámbito del trabajo desarrollado en torno al balance sobre la crisis ocurrida en nuestro partido.

(2) Ver, en particular, La reconquista del patrimonio teórico y político de la Izquierda Comunista pasa también por la re-apropiación de la praxis del partido correcto, en «el programa comunista» n° 41 (nov.1990), y ¿Que significa hacer el balance de las crisis del partido?, n° 41 (nov. 1990) y n° 42 (sept. 1992) de «el programa comunista».


Presentazione della rivista

 

Il primo numero della rivista “el programa comunista” uscì nel luglio del 1972. In verità, già da diversi anni il partito svolgeva un lavoro rivolto ad elementi di lingua spagnola fornendo loro dei testi-base da poter distribuire presso i loro contatti. Nel secondo dopoguerra, facilitati dalla possibilità di spostarsi dai paesi in cui erano riparati sfuggendo alle persecuzioni dei regimi di Mussolini e di Franco, e attraverso i compagni italiani emigrati in Francia, in Belgio, in Svizzera, alcuni proletari spagnoli, emigrati anch’essi in questi paesi, presero contatto con i militanti della Frazione di sinistra del PCd’I all’estero e, in seguito, con il “Partito comunista internazionalista-battaglia comunista”. I contatti erano ancora molto deboli, ma l’attività dei compagni in Svizzera e in Francia facilitò la conoscenza delle posizioni del partito e il contatto con l’organizzazione che si era costituita in Italia dal 1945 in poi. L’attività di partito in tutto il primo ventennio dopo la fine della guerra, fu rappresentata dai giornali e dalle riviste pubblicati in lingua italiana e poi francese, all’inizio con “battaglia comunista” e “prometeo”, poi con “il programma comunista” (dal 1952) e “programme communiste” (dal 1957); il lavoro espresso dalle sezioni costituitesi in Francia richiese di essere organizzato anche con un giornale in lingua francese, e dal 1963 infatti iniziò le publicazioni “le prolétaire”. Nell’attività di partito, che è sempre stata di carattere internazionale e rivolta a cogliere ogni anche minimo spiraglio di possibilità per penetrare attraverso la propria stampa nei diversi paesi dove le posizioni del comunismo rivoluzionario iniziavano a ripresentarsi – sebbene attraverso pochissimi elementi – era previsto che si iniziasse un’attività di propaganda, e quindi di stampa, specifica verso i proletari di lingua spagnola (come, del resto, si intese fare verso i proletari di lingua tedesca e inglese, sebbene la penetrazione delle posizioni della sinistra comunista e del comunismo rivoluzionario in generale fosse, e lo è tuttora, ostica) con adeguati strumenti. Ai compagni spagnoli emigrati a cavallo tra gli anni Sessanta e Settanta del secolo scorso in Francia e in Svizzera, si aggiunsero compagni che giungevano dai paesi dell’America Latina (in particolare dall’Argentina di Videla, dal Cile di Pinochet, e dal Brasile) a causa soprattutto della feroce repressione che caratterizzò quei paesi in quegli anni. Il bisogno di approfondire, conoscere ed assimilare le posizioni del partito e di diffonderle non poteva essere soddisfatto se non organizzandosi intorno ad un periodico-rivista, in un primo tempo, e intorno ad un giornale successivamente. Cosa che avvenne, ma che si basava su un lavoro già portato avanti, nei primissimi anni Settanta attraverso la pubblicazione di testi in lingua spagnola, e portoghese, come “Los fundamentos del comunismo revolucionario”, “Que fué el Frente popular-Espana 1936”, “Que es el partido comunista internacional”, e le “Tesis caracteristicas do Partido”.

Nel 1972, infatti, iniziò la pubblicazione di “el programa comunista” col quale il partito intendeva diffondere le proprie posizioni non solo fra i proletari immigrati in Francia, Svizzera, Germania ma anche in Spagna e nei paesi dell’America Latina. “El programa comunista”, all’inizio diffuse testi tradotti dal francese e dall’italiano, ma successivamente prese la forma di una vera e propria rivista nella quale pubblicare anche articoli e testi appositamente redatti su questioni e avvenimenti interessanti in particolare quei paesi. Esce fino a metà del 1974 come supplemento al giornale italiano “il programma comunista”, poi come organo del partito a sé stante. La redazione centrale, all’inizio, faceva capo a Milano presso il centro del partito, poi, dal gennaio 1976, essendo tutta l’attività svolta nei paesi di lingua spagnola e portoghese sottoposta alla responsabilità della redazione centrale di Parigi, tutte le pubblicazioni in lingua spagnola fecero capo ad essa, ovviamente con la supervisione del centro del partito. Dal 1974 la pubblicazione uscirà con una certa regolarità (mediamente tre volte all’anno); nello stesso periodo, maggio 1974, esce anche il primo numero del giornale di partito in lingua spagnola, “el comunista”, in  risposta alle esigenze di dare all’attività dei compagni emigrati in Francia e in Svizzera uno strumento politico più direttamente indirizzato ai compagni stessi quale “organizzatore collettivo” e, nello stesso tempo, alla propaganda presso i proletari di lingua spagnola presenti nell’emigrazione, ma anche per penetrare più incisivamente presso il proletariato in Spagna, in Argentina, in Venezuela, in Bolivia, in Perù, attraverso i contatti che negli anni si erano costruiti.

La crisi del 1972-73 che provocò la scissione di un gruppo di militanti che si organizzarono successivamente intorno alla testata “il partito comunista” (1), non provocò abbandoni da parte dei compagni di origine spagnola e sudamericana; ma le tendenze attiviste e velleitarie, e di sapore autonomistico-democratico che caratterizzarono i gruppi di militanti che lasciarono il partito in quegli anni, continuarono a “lavorare” all’interno dell’organizzazione e fecero da base alla separazione, nel 1981, del gruppo di compagni spagnoli dal partito. La crisi politica e organizzativa che colpì il partito a partire dal 1979, incentrata in particolare sulle questioni inerenti l’intervento pratico del partito nelle lotte operaie, nei sindacati e negli organismi operai che si formavano all’esterno dei sindacati e dei partiti opportunisti tradizionali, sulle questioni politico-tattiche relative alla questione “nazionale” nei paesi della periferia dell’imperialismo – di cui la questione “palestinese” assunse il ruolo di detonatore della crisi organizzativa generale – e sulla questione organizzativa interna per la quale in più sezioni si tendeva ad avanzare rivendicazioni di autonomia e di democratizzazione interna, sfociò nell’éclatement dell’ottobre 1982 (2) e nella successiva frammentazione di quello che era stato il “partito comunista internazionale-programma comunista”. Inevitabilmente, a causa della crisi, la maggior parte delle pubblicazioni di partito nelle diverse lingue vennero sospese, e ciò avvenne anche per “el programa comunista”. I gruppi di compagni che combatterono contro la liquidazione totale del partito mantennero viva l’attività politica a carattere di partito attraverso i giornali, “le prolétaire”, innanzitutto, e “il comunista”, ai quali si affiancò poi la rivista pubblicata dai compagni greci “kommunistikò programa”. Il giornale che per trent’anni aveva rappresentato la continuità politica e organizzativa del partito, dapprima in Italia e poi internazionalmente, “il programma comunista”, finì invece per essere trattato come un oggetto “di proprietà individuale” da parte della proprietà legale della testata e dal gruppo di ex compagni che la sostennero che, in realtà, si distinsero anche per essersi chiusi nei confini nazionali – in questo caso, italiani – e per rifiutare qualsiasi impegno a trarre un bilancio dalle crisi del partito, e dell’ultima in particolare, dando per scontato che bastasse continuare a pubblicare la vecchia testata italiana del partito per riconoscersi ed essere riconosciuti come gli “eredi” del partito originario.

La lotta che si svolse all’interno del partito, tra i compagni che si opposero alla liquidazione del partito e coloro che intendevano invece scioglierlo nei movimenti sociali contingenti, proseguì, forzatamente nello scollegamento tra le sezioni e i compagni presenti ancora nei diversi paesi,  ma nella prospettiva di ricostituire l’organizzazione di partito a livello internazionale, sulle sue basi storiche e sull’indispensabile bilancio delle sue crisi, cosa che ci distinse da tutti gli altri gruppi. Nel 1985 “le prolétaire” e “il comunista”, riunitisi, hanno lavorato insieme come sezioni di uno stesso e unico partito, non abbandonando mai la denominazione “partito comunista internazionale” nonostante essa venisse utilizzata dai diversi gruppi scissionisti. E’ grazie a questa attività organicamente collegata alla storia del partito di ieri che fu possibile riprendere la pubblicazione anche delle riviste del partito, allo scopo di dare continuità alla diffusione del marxismo e delle tesi e delle posizioni che hanno caratterizzato sempre la corrente di Sinistra comunista a cui apparteniamo, che è sempre stato l’obiettivo principale delle riviste; infatti, nel maggio 1987 riprendemmo la pubblicazione col n. 89 della rivista teorica in lingua francese “programme communiste”, e nel novembre 1990 riprendemmo la pubblicazione con il n. 41 della rivista teorica in lingua spagnola “el programa comunista”. La continuità del lavoro di partito lo si rileva anche dalla numerazione delle riviste che è proseguita senza soluzione di continuità.

 


 

(1) A tal proposito si veda, in particolare, il Rapporto politico-organizzativo che il partito tenne alla riunione generale del 2-3 novembre 1974, e ripubblicato ne “il comunista” n. 27, maggio 1991, nell’ambito del lavoro svolto intorno al bilancio sulle crisi avvenute nel nostro partito.

(2) Vedi, in particolare, La riconquista del patrimonio teórico y politico de la Izquierda comunista pasa tambien con la reapropriación de la praxis del partido correcto, ne “el programa comunista” n. 41 (nov.1990), e ¿Que significa hacer el balance de las crisis del partido?, n. 41 (nov. 1990) e n. 42 (sept. 1992) de “el programa comunista”.


 

 

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