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Prises de position - Prese di posizione - Toma de posición - Statements                        


 

Israel, por enésima vez en sesenta años, masacra a los palestinos por cuenta propia y por cuenta de las potencias imperialistas mundiales.

¡La vía de escape de las masacres de guerra sólo es posible mediante la reanudación de la lucha de clases en la perspectiva de la revolución comunista internacional!

 

 

Proletarios,

 

En Gaza, la población palestina está sufriendo por enésima vez una masacre por el ejército israelí.

No son los cohetes artesanales de Hamás los verdaderos culpables; no lo es tampoco el llamado “terrorismo palestino” y sus más o menos conocidos sustentores. La tragedia del pueblo palestino, desde hace 60 años ha sido escrita por el reparto que las potencias imperialistas mundiales, acabada la segunda carnicería mundial, acordaron sobre la piel de los pueblos de Oriente Medio. Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia, los grandes vencedores de la segunda guerra mundial, antes separados en el mapa en sus respectivas áreas de influencia, después confluidos cada vez más cerca de un Oriente Medio repleto de petróleo, instigando a unos países contra otros, a un pueblo contra otros, un grupo étnico contra otro. El martirizado Oriente Medio, al cual el panarabismo sirio y egipcio no han sabido dar respuesta alguna, ha sido siempre un territorio de conquista, un territorio económico que ninguna potencia imperialista habría dejado nunca a los propios concurrentes mundiales, ni mucho menos a la autodecisión de sus respectivos pueblos. Cuanto más se desarrollaba el capitalismo a nivel mundial, más el petróleo se convertía en una fuente energética privilegiada, y las condiciones de supervivencia de los campesinos de Oriente Medio más dependían de la extracción del petróleo que la madre naturaleza les había dado de manera impotente bajo su suelo. Los campesinos se convirtieron en proletarios, se transformaron en sin-reservas, y cada vez más a menudos desheredados y prófugos de las continuas guerras.

Los palestinos, después del nacimiento del estado de Israel y de su consolidación en tierra de palestina, ha representado en estas décadas la tragedia de los pueblos de Oriente Medio: derribados y expulsados a la fuerza de la tierra, humillados y explotados por partidos políticos burgueses que de vez en cuando se vendían a un bando burgués o a la competencia de este; ilusionados y engañados sistemáticamente por los países árabes que siempre han temido que su lucha contra la opresión nacional incendie también a sus masas. Los palestinos, cada vez menos campesinos y cada vez más proletarios, sin-reservas, han continuado sin doblegarse bajo el talón de los opresores, ayer directamente europeos, pero sobre todo israelíes; y no ha faltado la opresión de la burguesía compradora del Líbano, Siria, Jordania, Egipto, Arabia Saudí.

Israel, con los años, ha ascendido a auténtica y verdadera potencia regional que, de vez en cuando, ha competido por este rol con Irak e Irán. Cabeza de puente del imperialismo norteamericano, Israel, sobretodo después de la “guerra de los 6 días” en 1967 y la guerra de 1973 contra una coalición de países árabes liderados por Egipto, se convierte en policía del imperialismo occidental en Oriente Medio; mientras tanto, la población palestina, a la que la ONU, y por tanto los Estados Unidos y las potencias imperialistas del mundo, les ha seguido prometiendo el nacimiento de su «Estado nacional» es sacrificada sistemáticamente por los intereses de Israel y del imperialismo mundial.

 

Proletarios,

 

Las gordas, opulentas y presumidas burguesías de Occidente han seguido invocando y organizando intentos de paz condensados en el eslogan: «dos pueblos, dos estados», pero en la realidad el Estado que existe y que es defendido por determinados intereses de colonización imperialista en el área medioriental, es el de Israel. Los proletarios palestinos, las masas campesinas desheredadas, continuarán sufriendo condiciones de incierta supervivencia y de miseria: no sólo por la opresión nacional que sufren de parte de Israel, sino también por la opresión de clase que sufren de diversas facciones de su propia burguesía, Hamas, Al-Fatah o el que sea. No tenían un futuro de paz en las décadas pasadas, no tendrán un futuro de paz ni ahora ni nunca.

Las operaciones militares de Israel en Gaza de estos últimos días, no son más que la última confirmación de los intereses no sólo israelíes, sino también de los intereses capitalistas europeos y mundiales, dirigidos a doblegar la resistencia de un pueblo que todavía puede constituir un ejemplo para el resto de pueblos oprimidos de la zona y del resto del mundo. En tan sólo una semana, los bombardeos y los cañonazos de las fuerzas israelíes han causado más de 500 muertos y 2.500 heridos, muchos de ellos civiles; los cohetes de Hamas han causado 5 muertos y algunos heridos. Esto necesitaba el angelical y cínico D’Alema, presidente del Partido Democrático italiano, para afirmar que Israel estaba dando una respuesta «desproporcionada»… a los ataques terroristas de Hamas… ¡¿Desproporcionada?! Esto es una masacre –no en vano a la operación se le llama «Plomo fundido»- fríamente preparada y dirigida por un  Estado burgués que recibe los honores de todas las potencias imperialistas del mundo, que está a punto de ser aceptado por la Unión Europea como miembro a título pleno y que quiere suprimir todo tipo de resistencia a su dominio en su propio territorio que ha establecido que es su propiedad de hecho.

La vía de escape para los palestinos no vendrá nunca dada por los «intentos de paz» que son constantemente prometidos, por unos u otros vampiros que lo desangran en una continua serie de guerras, incursiones militares y policiales, represiones y humillaciones de todo tipo: tanto la israelí, vejadora y masacradota, o la vil y corrupta burguesía palestina, tienen interés en doblegar la resistencia de las masas proletarias y desesperadas palestinas, para hacer de ellas dóciles masas asalariadas para explotar en condiciones bestiales o carne de matadero para sus intereses exclusivamente burgueses. La vía de escape no podrá tener lugar más que invocando a la lucha de clase abierta contra todos los enemigos de clase; burguesía israelí, burguesía palestina, la burguesía árabe de todos los países que se dicen “hermanos”, la burguesía de los países imperialistas con cualquier bandera que se presenten, ya sea americana, europea, de la ONU o de cualquier “democracia”.

¡Los únicos hermanos que tienen los proletarios palestinos son los proletarios del resto de países del mundo! Pero no podrán nunca reconocerlos como hermanos de clase si los proletarios de los demás países occidentales, es decir de los países que más consienten a Israel persistir en su función de policía y verdugo en tierra de Palestina, no se levantan contra la burguesía de sus propios países para despedazar la red de intereses imperialistas de las que Israel forma parte plenamente.

La burguesía italiana, frente a esta evidente masacre de civiles, más que de guerrilleros, no ha desaprovechado la ocasión para manifestar su disponibilidad a enviar tropas propias en una… «misión de paz» como ya hizo en el Líbano. Pero las «misiones de paz», como ocurrió en el Líbano, después en Kosovo, después en Irak, y otra vez en Afganistán, esconden siempre intereses económicos y políticos de gran potencia. ¡Ninguna burguesía envía tropas a países más o menos lejanos del suyo por beneficencia!

 

¡SOLIDARIDAD INTERNACIONALISTA Y DE CLASE CON LAS MASAS PROLETARIAS PALESTINAS!

¡VIVA LA LUCHA DE CLASE PROLETARIA EN PALESTINA, EN ISRAEL Y EN TODOS LOS PAÍSES DEL MUNDO!

¡NO AL ENVÍO DE SOLDADOS A GAZA Y PALESTINA!

¡RETIRO INMEDIATO DE LAS TROPAS DE TODA ESPEDICIÓN CAMUFLADA DE MISIÓN DE PAZ Y HUMANITARIA!

¡EL FUTURO QUE EL CAPITALISMO OFRECE A LOS PROLETARIOS DE TODO EL MUNDO Y POR EL CUAL PIDE EL MÁXIMO SACRIFICIO ES LA ACTUAL MASACRE DE GAZA!

¡EL FUTURO POR EL CUAL VALGA LA PENA LUCHAR A TODOS LOS PROLETARIOS ES LA REVOLUCIÓN COMUNISTA, ANTIBURGUESA Y ANTICAPITALISTA MUNDIAL!

¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!

     

 

Partito Comunista Internazionale (Il Comunista)

4 enero 2009 - Supl. al n.110 de «Il Comunista»

www.pcint.org

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