Back

Prises de position - Prese di posizione - Toma de posición - Statements                        


 

Canadá

Catástrofe ferroviaria de Lac-Megantic : Es la ley de la ganancia, el criminal !

 

 

La peor catástrofe ferroviaria en décadas ocurrida en Canadá ha culminado con un balance de 50 muertos, muchas de las victimas calcinadas no han podido encontrarse. El sábado 6 de julio, a la una de la madrugada, un tren que transportaba petroleo crudo se descarrilaba en la pequeña ciudad de Quebec, Lac-Megantic (6000 habitantes) ; el incendio y la explosión consecutiva de varios vagones destruye una gran parte del centro de la ciudad. 

El tren se había detenido en una colina, a 11 Km de la ciudad, para un «cambio de equipo»; el presunto «equipo» del convoy de casi 2 kilómetros de largo, procedente de Dakota, que habia atravesado grandes aglomeraciones como Toronto y Montreal y que comprendía 5 locomotoras y 72 vagones de mas de 1OO toneladas, estaba dirigido por un solo conductor! Este ultimo, quien ya había efectuado 12 horas de trabajo sin parar, fue a descansar no sin antes encender el sistema de frenos, tal como lo exige el reglamento oficial. Pero, luego de una intervención de los bomberos para apagar un incendio, el tren su puso en marcha y, sin conductor, desciende a toda mecha la pendiente hasta Lac-Megantic.

El director de la ferroviaria Montreal, Maine & Atlantic Railway (MMA) suspendió al conductor acusándolo de ser el responsable del accidente; este último habría mentido cuando afirmó haber accionado correctamente los frenos del convoy (mientras que la compañía aprovechaba el accidente para despedir a otros 19 empleados en Quebec).

Pero, acusar al conductor no sirve sino para ocultar la responsabilidad directa de la búsqueda de ganancias que es la regla en la sociedad capitalista, lo cual siempre va en detrimento de los trabajadores y de la seguridad.

MMA (antiguamente, Iron World Railways) fue comprada en 2003 por Rail World Inc, una sociedad perteneciente al capitalista estadounidense Burkhard que amasó su fortuna comprando y vendiendo empresas ferrocarrileras. En los años 90', este había participado en la privatización del ferrocarriles en Nueva Zelandia, valiéndole el titulo de “Cónsul honorario” de ese país, como manifestación del beneplácito de los burgueses neozelandeses. En esos mismos años 9O' este empresario aprovechó la privatización de los ferrocarriles en Gran Bretaña para construir la más grande empresa de transporte ferroviario de mercancías (perteneciente hoy a una empresa alemana), suprimiendo a su paso 1700 empleos. Además de otras compañías en Estados Unidos, en su lista de adquisiciones también aparece, en 2001, la lucrativa privatización de los ferrocarriles de Estonia (el gobierno local fue obligado pocos años después a volver a comprar los ferrocarriles), al igual que una empresa ferrocarrilera polaca en la que aparece como miembro del consejo de administración.  

Estos éxitos en la rentabilización de empresas mediante la reducción de costos y el aumento de la explotación de sus trabajadores, le valieron a Buckhard, en 1999, el titulo de “ferroviario del año”. Sin embargo, las estadísticas de la American Federal Rairoad Administration muestran que, posteriormente, entre 2003 y 2011, MMA registró una tasa de accidente el doble o el triple por encima del sector. Las ganancias se hacen siempre sobre el lomo de los trabajadores y de la población...

 

Poco después del rescate de la empresa canadiense, Burkhard bajó los salarios en 40%,  bajo el pretexto de que uno de sus más importantes clientes había quebrado. En 2010 este anuncia un plan económico de 4,5 millones de dolares, dividiendo el número de trabajadores por locomotora. En 2012, Transport Canada, organismo oficial encargado de regular los ferrocarriles, autoriza a MMA a operar los trenes con un solo maquinista. Este aumento del trabajo de los maquinistas fue establecido ante de la indiferencia, incluso con el acuerdo explicito de los sindicatos del sector.

 

El Estado burgués que, según demócratas y reformistas, debería cumplir el rol de proteger y defender a “todos los ciudadanos”, en realidad esta al servicio del capitalismo y de los capitalistas.

 

Desde hace varios años los diferentes gobiernos han multiplicado las decisiones a favor de las empresas ferroviarias: si hoy en día la mayoría de los trenes transportando mercancías, tanto en Estados Unidos como en Canadá el personal, se reduce a dos trabajadores, hace treinta años comportaba cinco. El curso a la productividad, también ha contribuido a que los proletarios sean cada vez menos numerosos produciendo cada vez más.

A pedido de los capitalistas, en 1999 un gobierno liberal decidió acelerar la desreglamentación, la misma política seguida por todos los gobiernos sucesivos. Una de las medidas obtenidas por las compañías fue la “auto-reglamentación”. ¡Son las mismas compañías quienes deciden de las medidas de seguridad a seguir!

Era previsible el resultado: en 2007, el Conseil Canadien de la Securité publicaba un informe que constataba la degradación de la seguridad en los ferrocarriles. En Estados Unidos desde 1991, se había advertido de que los vagones utilizados rompían con las normas de seguridad; en 2011, el gobierno canadiense por fin exige que las compañías no vuelvan a comprarlos, al mismo tiempo que autorizaba la utilización de los que ya estaban en funcionamiento. Pero, como la vida útil de estos vagones es de treinta a cincuenta años, pues, van a seguir funcionando durante un buen tiempo! Las inversiones en las infraestructuras ferroviarias son muy insuficientes, etc.; lo extremo contrario al boom del transporte de petróleo crudo que ha aumentado considerablemente los beneficios de las empresas ferroviarias (el transporte de petróleo por tren es más barato que por oleoducto)...

Por lo tanto, en la catástrofe de Lac-Megantic el azar, la fatalidad no tienen absolutamente nada que ver; es más bien un crimen cometido por la empresa MMA, por el capitalismo y por la búsqueda de beneficios que es lo que mueve a las empresas en esta sociedad, y todo con la benevolencia del Estado. El año pasado el Estado quebraba la huelga de los trabajadores de la Canadian Pacific Rail; miles de trabajadores fueron destituidos, las condiciones de trabajo de los otros se degradaron, los gastos “improductivos” de seguridad y mantenimiento fueron reducidos, lo que se tradujo en grandes beneficios para la empresa.

El sanguinario capitalista Burkhard no es una excepción; es un producto del modo de producción capitalista.

Contra estas catástrofes, es estúpido soñar con volver a un supuesto capitalismo “reglamentado” que vendría a remplazar el salvaje capitalismo “neo-liberal” actual. El capitalismo ayer era tan salvaje como el de hoy, despreciaba igual la seguridad y la vida de los trabajadores y de la población. A lo largo de todo el siglo pasado la divisa de las empresas ferroviarias ha sido siempre la misma: Uphill Slow, Downhill Fast, Tonnage First, Safety Last (“lento en la subida, rápido en la bajada, primero la carga, por último la seguridad)!

El capitalismo es el criminal, es a él a quien hay que combatir y matar para poder vivir en seguridad!

 

 

Partido Comunista Internacional

20 de julio de 2013

www.pcint.org

 

Top

Volver sumarios

Volver archivos