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Explosión social en Madagascar

 

 

Desde el jueves 25 de septiembre, Madagascar ha sido escenario de manifestaciones multitudinarias contra los cada vez más frecuentes e insoportables cortes de agua y electricidad, y en general contra las flagrantes deficiencias en los servicios públicos, que se ven afectados por la falta de inversión del gobierno, que muestra poco interés en la difícil situación de las masas que viven en condiciones deplorables; contra la corrupción, el abuso de poder, etc. (1).

 Las autoridades respondieron a las manifestaciones con represión: toques de queda, prohibiciones de manifestaciones, etc.; los disparos a bala real de la policía que han dejado cientos de heridos y al menos 20 muertos. Esto no impidió que las protestas, inicialmente confinadas en la capital, Antananarivo, continuaran y se extendieran a otras ciudades del país, obligando al presidente Rajoelina a destituir al gobierno el 29 de septiembre (¡mientras acusaba a los manifestantes de recibir dinero de agentes extranjeros para llevar a cabo un golpe de Estado!). Pero la disolución del gobierno no fue suficiente para calmar la ira; las protestas continuaron exigiendo la dimisión del presidente, y el intento de movilizar a sus partidarios el sábado 4 de octubre fracasó. El grupo informal que inició las protestas en redes sociales y convocó las manifestaciones – Generación Z (2) – y otras organizaciones emitieron un comunicado el lunes 6 de octubre convocando a una huelga general para asegurar la destitución de Rajoelina y el nombramiento de un "presidente de transición".

El presidente Andry Rajoelina, empresario franco-malgache, fue elegido en 2019 por un primer mandato prometiendo combatir la desigualdad y la corrupción, mejorar la vida de la población y defender los intereses del país frente a la potencia de las multinacionales extranjeras. Sin embargo, los años posteriores demostraron que estas promesas no eran más que una cortina de humo. Los escándalos de corrupción han empañado el círculo íntimo del presidente, la desigualdad social ha seguido aumentando y algunos grandes capitalistas como Mamy Ravatomanga han amasado inmensas fortunas y se han convertido en los gobernantes ocultos del país, mientras que el 75% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza (informe del Banco Mundial, 2024).

Las promesas de Rajoelina tuvieron cierta repercusión debido a que, como alcalde de la capital, lideró un movimiento popular en 2009, que incluyó manifestaciones y una huelga general (declarando: "¡El pueblo está recuperando el poder!") contra el presidente Ravalomanana, líder de un extenso grupo agroindustrial (Tiko) que se había apoderado del Estado. La sangrienta represión de los manifestantes antigubernamentales dejó más de 80 muertos. En marzo de 2009, los militares derrocaron a Ravalomana y nombraron a Rajoelina presidente de transición, cargo que ocuparía hasta las elecciones de 2013. Rajoelina contaba con el firme apoyo del imperialismo francés, para quien Ravalomanana era demasiado cercano a Estados Unidos y Sudáfrica (3).

Si bien Francia ya no ostenta una posición hegemónica en su antigua colonia, es el principal cliente del país, por delante de Estados Unidos y Japón, y, según la OMC, su principal inversor, por delante de Estados Unidos, con casi 300 empresas. Sin embargo, ahora es solo su cuarto mayor proveedor, detrás de China, Omán e India. Su influencia sigue siendo real; la ejerce especialmente a través de medidas militares y de seguridad. Un diario malgache escribió sobre un reciente ejercicio militar franco-malgache ("Tulip 2025"): "Francia (...), que ya cuenta con una fuerte presencia militar en Reunión y Mayotte, está consolidando su influencia manteniendo alianzas de seguridad con Madagascar. En cualquier caso, esta colaboración militar forma parte de una competencia más amplia por la influencia entre diferentes potencias, en particular China (…)" (4).

 Los jóvenes que encabezaron el movimiento se inspiraron en la revuelta en Nepal: a principios de septiembre, a pesar de una sangrienta represión (más de 80 muertos), los manifestantes nepaleses obligaron al gobierno a huir y a nombrar un gobierno interino, después de que el ejército recuperara el control de la situación. Pero el problema en Madagascar, como en Nepal y en otros lugares, no se limita a unos pocos políticos o grupos corruptos que se enriquecen a costa de la población en su conjunto, sino a la estructura económica y social del capitalismo, en la que una clase social – la burguesía – acapara las riquezas que producen los trabajadores asalariados – el proletariado – y las masas trabajadoras – los pequeños agricultores, etc. Reemplazar al presidente por sí solo no cambiaría esta situación: es la estructura capitalista y el Estado burgués lo que debe ser atacado; de lo contrario, la explosión social más poderosa solo conducirá al mantenimiento del sistema: esto es lo que el propio Rajoelina demostró cuando una vez en el poder, se comportó como el expresidente contra el que había liderado la lucha.

Para esto será necesario una organización y un partido revolucionarios que dirijan la lucha según orientaciones de clase, en unión con los proletarios de otros países; la solidaridad de los proletarios de los países imperialistas – Francia en primer lugar – será necesaria para oponerse a sus intervenciones en defensa del orden burgués.

Esta no puede ser una perspectiva inmediata, tan fuertes son las inevitables creencias democráticas en la unión interclasista del pueblo, e incluso las ilusiones sobre el apoyo de la "comunidad internacional" (es decir, los principales Estados imperialistas y sus organizaciones internacionales). Pero es la única que puede ofrecer una solución real a los proletarios y las masas pobres malgaches, la única que impide que sus luchas se desvíen una vez más hacia una mera reestructuración del orden capitalista.

 


 

(1) La falta de inversión en la empresa pública de agua y electricidad, Jirama, es la causa de los cortes de energía que afectan a los pobres, mientras que la clase media puede permitirse tener generadores.

(2) Véase la página de Facebook “Generación Z Madagascar”: https://www.facebook.com/profile.php?
id=61581175712529l

(3) Se dice que los franceses pagaron a los militares que llevaron a Rajoelina al poder. Véase Le Monde Diplomatique, marzo de 2012.

(4) Véase Midimagasikara, 4/3/25

 

 7 de octubre de 2025

 

PS: 5 días después de haber publicado nuestra toma de posicion, los militares de CAPSAT (autores del golpe de Estado de 2009) se amotinaron el domingo 12, forzando la dimisión del primer ministro, un militar nombrado la semana pasada por el presidente, y designando a un nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército. El presidente Rajoelina, aún protegido por el imperialismo francés, fue "exfiltrado" por los militares franceses el lunes 13, mientras que su padrino, el gran capitalista Mamy Ravatomanga, huyó probablemente a Isla Mauricio. Los militares declararon que mantendrían el orden en el país. Las masas que los aclaman hoy pronto comprenderán que actuaron no para "proteger al pueblo", como dicen, sino para proteger el orden burgués.

13 de octubre de 2025

 

 

Partido Comunista Internacional

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